Querida botella... Te has convertido en la inseparable amiga de alguien que buscaba amistad. Le has creado una fantasía, que cada noche desaparece al alejarte de él. Como amante, eres ese deseo irrefrenable que nadie puede detener. Querida botella... Sabes que él no te abandona y juegas a jugar con su vida porque tienes ese poder. Si fueras humana... si fueras humana no te gustaría tener a alguien a tus pies, arrastrándose, muriendo por ti. Querida botella... Si yo tuviera tu poder... le devolvería su cordura y le robaría, este, su maldito querer.
Sonríe, sonríe para mi y sonríe para ti. Sonríe, sonríe para aquell@s que perdieron por el camino su sonrisa y por aquell@s que hoy ya no pueden sonreír. Sonríe, porque no cuesta dinero, porque no haces daño, porque tienes ganas, porque sana... Sonríe, aunque después llores, aunque no tengas ganas, aunque te cueste... Sonríe...amig@ mí@ porque tu sonrisa fue aquello que me hizo no querer nunca, dejar de sonreír. La Bitxa Imagen cedida por: Mónica Penninkhof